Nuestra alegría es grande al reconocer que, como miembros de la Familia Vicentina, somos herederos de un gran legado, pues recordamos la visita que nuestra Madre María hizo a Santa Catalina Labouré, un 27 de noviembre de 1830 en París, convirtiéndose así en depositaria de un hermoso regalo que Nuestra Señora nos dejó, una especial medalla, que más tarde sería reconocida mundialmente como la “Medalla Milagrosa”.
También fue una fecha especial, en la que celebramos los 389 años desde que San Vicente de Paúl junto a Santa Luisa de Marillac fundaron un 29 de noviembre la Compañía de las Hijas de la Caridad en el año 1633, reconociendo la gran labor que realizan y destacando la gran misión de las Hermanas del Hogar Villa Nazareth que la tarde del martes 29 de noviembre nos acompañaron a vivir nuestra fe en medio de una Eucaristía, realizada en la Parroquia Nuestra Señora de la Candelaria, la que fue preparada por el equipo de Pastoral de nuestro colegio y presidida por el Padre Germán Hermosilla, en la que participó toda la comunidad: padres, madres, apoderados, estudiantes, docentes y asistentes de la educación, quienes con gran entusiasmo entonaron las canciones preparadas para nuestra Madre, destacando las voces principales del coro del colegio.
Presentamos nuestros dones como signo de ofrenda, entre ellos las medallas milagrosas, que fueron bendecidas por el Padre Germán y al finalizar la Eucaristía entregadas a cada uno de los asistentes para que la porten con fe, confianza, y así recibirán grandes bendiciones en sus vidas.