En diciembre celebramos un valor que nos invita a mirar a los demás con empatía, respeto y apertura: la inclusión. Este principio no solo enriquece nuestra comunidad educativa, sino que también fortalece nuestra sociedad, recordándonos que cada persona, con sus talentos, ritmos, historias y desafíos, merece un espacio donde sentirse valorada y acogida.
En nuestro colegio, la inclusión se vive cuando hacemos que todos se sientan parte: cuando escuchamos con atención, cuando respetamos las diferencias, cuando acompañamos a quien lo necesita y cuando celebramos la diversidad que nos hace únicos.
¿Cómo podemos ser más inclusivos?
- Escuchar sin juzgar: Dedica tiempo a comprender a otros, sus opiniones y formas de ver el mundo.
- Usar un lenguaje respetuoso: Las palabras construyen puentes. Elige siempre expresiones que valoren y no excluyan.
- Invitar a participar: Asegúrate de que nadie quede fuera de actividades, conversaciones o juegos.
- Ofrecer ayuda con amabilidad: A veces un pequeño gesto puede marcar una gran diferencia.
- Valorar la diversidad: Reconoce y aprecia que todos aprendemos, sentimos y nos expresamos de manera distinta.
- Ser un ejemplo: Las actitudes inclusivas inspiran a otros a hacer lo mismo.
Construyamos juntos una comunidad donde todos y todas se sientan vistos, respetados y acompañados. Porque la inclusión no es solo un valor del mes, es un camino que recorremos cada día.



